Las matemáticas pueden definirse como una materia en la que nunca sabemos de qué estamos hablando ni si estamos diciendo la verdad
Bertrand Russell
Desde hace varias semanas incluso meses, he querido externar mi opinión, sobre un tema que me revolotea en la cabeza y que tal vez si lo expongo en este espacio, se me aclaren las ideas y esto me permita tener una opinión más acicalada, que la actual maleza que se aposenta en mi cerebro.
En este inevitable interactuar que mantengo con mis congéneres, siempre hay cosas que no acabo de entender y que seguramente jamás saldrán a la luz de mi entendimiento, pero por el momento me quiero concentrar en ese; aparentemente generalizado “asquito” por las Matemáticas.
No tengo ningún recuerdo de alguien que en público; en medio de una acalorada o alcoholizada charla –da igual- asuma su ignorancia sobre la batalla de Puebla o sobre la Segunda Guerra Mundial y adopte pose de seriedad y con voz grave suelte alguna frase como: “Pós la verdad es que yo pá la Historia, nunca fui bueno”.
Lo mismo opera para las capitales del mundo, las diferentes formas de Gobierno, las verdaderas intenciones de “los héroes que nos dieron Patria” o incluso nunca falta el ex-avezado y ex-párvulo de la clase de miss Lupita, que nos corrija la traducción de alguna rola que acabamos de comentar.
Eso no pasa o digamos casi nunca pasa –permítanme curarme en salud, ya que la ignorancia humana es infinita- en las diversas Ciencias Sociales. Siempre habrá un “experto” dispuesto a corregirnos –con o sin razón-.
Sin embargo con las Matemáticas no suele ocurrir tal eventualidad. A menos que tu querella se genere en un simposio de matemáticos –claro está-
Cuántas veces hemos oído: “A mí las Matemática nunca se me dieron”
“En verdad yo odio las Matemáticas”, “Por eso estudie Comunicación para no saber nada de Matemáticas”.
Expresiones hechas todas ellas sin el menor rubor. Y esto me lleva al cuestionamiento inicial. ¿Porque la gente odia las Matemáticas?:
Sería muy injusto y de salida fácil, imputar la falta únicamente a los docentes –que desde luego tiene sustancial dosis de culpabilidad-.
Uno de los grandes problemas es que los homínidos –al parecer- tendemos a un pensamiento más bien del tipo concreto, nuestro cerebro no tiene una disposición natural a lo abstracto, esto pudiera ser un primer e importante obstáculo y si a ello anexamos que el estudio de las Matemáticas requiere una comprensión progresiva; es decir para entender lo siguiente necesariamente debemos haber comprendido lo anterior, y además; todo en un lenguaje propio, puntual y simbólico que requiere de una instrucción especifica.
En la década de los cincuentas con el Sputnik en órbita. Varios especialistas en el mundo, tratando de subsanar la escasa matricula de estudiantes en el área matemática –las potencias estaban en plena carrera espacial- decidieron investigar las causas y aplicar una solución que modificara tal escasez.
Y es así como surge la llamada “Matemática Moderna” que aspiraba a trasladar el procedimiento axiomático, el lenguaje simbólico y lógico y las expresiones algebraicas; de la Universidad a la educación básica y media superior.
Así es como surge el movimiento denominado “Bourbakistas” que bajo el grito de cruzada: “Muerte al triangulo; Abajo Euclides” extenderían por el mundo su “novedoso y vanguardista” sistema de enseñanza Matemática.
El antiguo sistema se consideró caduco, ya que ponderaba lo memorístico e ignoraba el razonamiento abstracto, el nuevo sistema se apropió velozmente de la aceptación mundial, sin que nadie –o casi nadie- se percatara del siniestro desenlace que tendría décadas más tarde.
Ya que el sistema solo fue exitoso para los estudiantes con aptitudes innatas -no más de un 15%- mientras que el resto queda condenado al analfabetismo matemático.
Aun seguimos pagando los errores de aquella ilusoria panacea, si bien poco a poco los programas en educación básica y media superior, van transformándose, no sabemos que nuevos monstruos se estarán cocinado en las cacerolas de quienes elaboran los programas educativos.
Es evidente que las actuales generaciones siguen con alarmante déficit en Matemáticas, y que la mayoría de los profesores siguen trabajando con el mismo método ese; que una y otra vez ha demostrado su ineficacia.
El año pasado en un artículo publicado por la Revista Digital de La UNAM, presentaban una gráfica donde se podía apreciar, donde aprieta el zapato a los alumnos que ingresan a nivel licenciatura.
La grafica es muy reveladora ya que categoriza los errores observados en las evaluaciones realizadas, tomando en cuenta dos aspectos:
Las deficiencias en los conceptos (C)
Las deficiencias en procedimientos (P)
Aquí la gráfica; Nótese que los conocimientos referidos a Factorización, Productos Notables, Funciones Logarítmica y Exponencial; presentaron el mayor porcentaje de tipo Conceptual.
Y para concluir les dejo mis apreciaciones sobre la visita de, Joseph Ratzinger alias Benedicto XVI.
Quizá se preguntaran que tiene que ver el estudio de la Matemáticas con la visita del encubridor de pedófilos, y la respuesta podría ser que nada, pero si me otorgan el beneficio de la duda, e invocando a mi maestro de Secundaria, que decía: “Las Matemáticas son omnipresentes” permítanme disertar:
Pues resulta que el tipo este, llega a mi país el día de mañana, está demás aclarar que para mí no es bienvenido, pero el 84% de mis compatriotas no piensa lo mismo, el daño está tan arraigado en mis paisanos, que seguro vitorearan al siniestro personaje sin mayor cuestionamiento.
El escándalo por encubrimiento de sacerdotes pedófilos a nivel mundial, ha obligado al Benedicto a reunirse con las victimas cada vez que visita un país; al menos lo hizo en septiembre del 2010 cuando visito la Gran Bretaña, los mismo en 2011 en su viaje a su natal Alemania, Lo mismo sucedió en Australia y Malta.
Pero las victimas mexicanas al parecer no merecen la más mínima expresión de contrición para el aberrante personaje; según lo divulgo el vocero del Vaticano, Federico Lombardi; quien descartó un encuentro de Benedicto XVI con las víctimas de abuso sexual del fallecido sacerdote Marcial Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo, durante su visita a México.
Por último desde que me entere de su visita, lo único que me suavizaba la muina, era el hecho que no vendría a mi querida Ciudad –extraña decisión, si recordamos el taquillazo que generó años antes Juan Pablo II- La razón según se explicó se debía a la altura de la Ciudad de México (2240 msnm) con el fin de no poner en riesgo la salud de susodicho.
Pero mi suspicacia aunada a mi conocimiento matemático, empezó a arquear una ceja recelosa, cuando me tope con la ruta programada:
Por ahí se aprecia “El cerro del Cubilete” Uno de los sitios más frecuentados por peregrinos católicos; y como bien sabe cualquier mexicano medianamente informado el Cubilete se encuentra a una altitud de 2600 msnm. Si bien el rezago educativo es bestial, no creo que llegue a extremos tales que no logremos distinguir que 2600 es más alto que 2240 ¿qué pues entonces?
De lo que podemos deducir es que; una de dos: El Ratzinger se quiere desmarcar del “Cavernal” Norberto Rivera, o bien no quiere ponerlo en evidencia, y así continuar con la política de doloso silencio que ha destacado a la jerarquía de la iglesia.
Es así como intentaré desconectarme de los medios de comunicación -léase radio, prensa y televisión- para no desgastar mi ya de por si delicado higadito.
Aprovecharé el tiempo para concentrarme en la disertación sobre ¿Por qué Juanito no se sabe la tablas?
El tipo es bávaro, y visita de vez en cuando su tierra natal. ¿Será que el DF resulta más alto...?
ResponderEliminarSobre la educación en matemáticas, resulta ser tan sólo uno de los muchos casos en que se inventan "metodologías revolucionarias de enseñanza" para las cuales el único sustento que se tiene es que les suenan bonito a sus promotores. Muy relacionado un excelente artículo en la revista Skeptic sobre los estragos que ha provocado la búsqueda de la "autoestima" en los estudiantes gringos: http://www.skeptic.com/eskeptic/09-04-15/ (empieza debajo de la caricatura de los boxeadores).
Si bien cuando escribí el texto, no sabía que solo sobrevolaría el Cubilete, lo que mencionas de sus viajes; salva la entrada.
EliminarRespecto al artículo de Skeptic, es una muestra de los estragos educativos, de los que yo también soy víctima ya que: “como me costó trabajo la traducida”.
Gracias y saludos