mayo 07, 2011

Paranoicos por naturaleza




Sólo porque estás paranoico, no significa que no te estén persiguiendo.
Kurt Cobain (líder de Nirvana)

El problema de tener una mente abierta, es que la gente se empeña en llegar y tratar de poner cosas dentro.
Terry Pratchett



Si bien recuerdo o no mal olvido, cuando decidí crear este espacio la tarea principal consistía en instaurar una trinchera (¡sí! una más, aunque como se ven las cosas nunca serán suficientes) una trinchera -les decía- contra la superchería, pseudociencias y demás yerbas que el maestro Sagan designara como: “los demonios del mundo”. Aunque aquellos bienaventurados que me hayan favorecido con dos o más lecturas, sabrán que el sitio habitualmente lo utilizo, como catártico para mi incurable pesimismo respecto a la especie humana, salpicado eso sí, con pequeñas porciones de ilusión para contrarrestar cualquier intentona, que me llevara a embutirme una dosis de cicuta, en afanes –quizá- de rendir socráticos tributos.

Así que “Despertando a la razón” en esta ocasión retoma sus orígenes, por lo que me permito presentar ante ustedes, mi muy particular punto de vista respecto a lo que ya diversos blogueros han escrito -Aquí, por acá e incluso acullá- sobre aquello que se ha dado en llamar: “La Teoría de la conspiración”.




Más de una vez intenté escribir esta entrada, y el mismo número de veces se quedo en fallido intento. Pero ahora, el reciente acontecimiento que atiborró las primeras planas de todos los diarios del mundo, me sacó de mi letargo y me puso a teclear estas reflexiones.

Como bien sabes –a menos que tu oficio sea el de campanero de catedral parisina- el fin de semana, el presidente norteamericano apareció prácticamente en todas las pantallas televisivas del mundo, notificando a sus compatriotas que el enemigo público número uno había caído abatido por las balas “justicieras” de los “valientes” Rambos norteamericanos.

Pá que les digo lo que seguramente ya saben, en los días siguientes todas las notas informativas, todas las charlas en los centros escolares o laborales, los viajeros del trasporte público, en las salas de espera. El tema era; la muerte del barbudo Osama Bin Laden.

Independientemente que este suceso da pá varias reflexiones –sociales, éticas, morales, históricas, etc.- trataré de ubicarme exclusivamente en lo concerniente al fenómeno denominado como: teorías conspiratorias.

Aquí algunas de las que he leído u oído, sobre el líder de al-Qaeda:


1) Bin Laden nunca existió, es un invento musulmán o incluso norteamericano.

2)    Bin Laden esta vivito y coleando.

3)    Al que realmente mataron fue un doble de Bin Laden.

4)    Bin Laden murió hace varios años.

5)    Numerología satánica: su muerte sucedió 66 años y 6 horas después de la muerte de Hitler. Es decir, 666.

6)    En realidad Bin Laden está escondido en México, dentro de la casa presidencial de Los Pinos -esta Teoría en verdad la invente yo- la ando promoviendo, igual con un poco de suerte los gringos cañonean la “choza” de Calderón, el operativo podría llamarse "Sopa del mismo chocolate".



Según los adeptos a las teorías conspiratorias, todos los males del mundo son consecuencia de un maligno plan fraguado por los “dueños del mundo”, siendo los villanos favoritos de estos clanes: Los masones, los judíos, la CIA, los gringos, la NASA, Las trasnacionales –muy especialmente las farmacéuticas- y desde luego los alienígenas.

 Los propagadores de tales patrañas juran y perjuran que detrás de las grandes dolencias que atolondran a la humanidad, se encuentran esos siniestros personajes que en la obscuridad del poder, controlan y manipulan a las grandes masas en su beneficio personal.

Los siniestros “Dueños del mundo”



Y al igual que los creyentes religiosos, optan por dejar en manos de seres todo-poderosos, sus vidas, logrando así una grotesca autocomplacencia, que los libera de toda responsabilidad.

La lista de teorías conspiratorias a lo largo de la historia es tan voluminosa que me permitiré enlistar solo una pequeñísima muestra:



1)    El gobierno gringo planeó o consintió los atentados del 11 de septiembre

2)    La NASA nunca aterrizo en la luna

3)    El SIDA fue creado por las perversas empresas farmacéuticas

4)    Los illuminati y el nuevo orden mundial

5)    El “misterioso” triangulo de las Bermudas

6)    El asesinato de Kennedy

7)    Elvis –y Pedro Infante- están vivos

8)    La maldición de la tumba de Tutankamón

9)    La publicidad subliminal

10)    El platillo volador que choco en Roswell –Área 51-

11)    Desde luego el famosísimo Chupacabras

12)    Una raza de reptiles disfrazados de humanos controlan el mundo


Reptiles invasores, entre los que se supone se encuentra el mismo Barack Oabama


Bajo esta línea de pensamiento, el mundo queda dividido en dos; Los Buenos y Los Malos, lo cual no es tan inofensivo como pareciera, ya que esta maniobra ha permitido implantar y justificar las más atroces dictaduras del mundo, el nazismo sin duda es un claro ejemplo.

Sin importar las montañas de evidencias que tiran por la borda tales “Teorías” siempre les quedara la presunción, que los poderosos “los dueños del mundo” están obrando una vez más, para hacernos creer lo que no es.

En la más de las veces, las teorías conspiratorias son fáciles de evidenciar, prácticamente caen con facilidad, mas sin embargo sus seguidores las defenderán a ultranza con fe ciega, y ya todos sabemos lo limitada que es la fe, en estas cuestiones del razonamiento.

Esto desde luego no quiere decir, que no haya grupos indeseables que intentan toda clase de escamoteos contra la población-¡claro que los hay!- tipos funestos nunca han faltado en historia de la humanidad. Pero por muy sofisticadas que sean las conspiraciones, estas por principio suelen ser imperfectas, limitadas en tiempo y espacio; es decir tarde que temprano algo o alguien caerá en torpezas o traiciones -vicios estos- más que abundantes en las sociedades humanas.

Para concluir les dejo una listita de las ya clásicas “Teorías Conspiratorias” del celuloide:



“Zeitgeist” (Joseph, 2007) .
“Farenheit 9/11” (Moore, 2004).
“Cuando el destino nos alcance” (Fleischer, 1974).
“JFK” (Oliver Stone, 1991).

Y desde luego mi favorita:
“The Matrix” (Larry Wachowski, 1999).




Durante la redacción del texto,  por lo menos en dos ocasiones, caí en el error de escribir Obama por Osama; espero que ello no sea una señal del  Apocalipsis.





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2 comentarios:

  1. No creo que exista un "dueño del mundo" o un grupo de "dueños del mundo" pero lo vemos todos los días, esas conspiraciones no son secretas ni están escondidas, por ejemplo:

    Todos los intereses políticos que crean resoluciones de la SCJN, esos intereses y esas personas no están ocultas pero hacen las veces de "los dueños del mundo".

    A pesar de eso, creo que literatura como "Farenheit 451" o "1984" tienen su mérito más allá del conspiracionismo.

    Por cierto, esos lagartijos son los Trogloditas que aparecen en el Dungeons & Dragons, tenía bastante sin verlos. Saludos!

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  2. Al parecer alguien no entendio el mensaje, no cabe duda que somos unos paranoicos.

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Boogie sabía que podía contar contigo; ¡adelante!