diciembre 30, 2010

Controlando mi estupidez



Dejarse llevar por la ira, es perder la libertad…




Con todos los sentimientos encontrados; incertidumbre, nostalgia, angustia, pesadumbre, tristeza y en especial hartazgo de tanta campana sobre campana decidí estirar las piernas un rato, para lo cual escogí uno de los tantos amables barrios que aun ofrece esta mi caótica ciudad chilanga.

Así que entre vendedores, policías, ancianos, chamacos, indigentes, transeúntes despreocupados unos y presurosos  otros, dirigí mis pasos al parque recién remodelado y el fortuito andar me llevo al atrio de la iglesia. Mi ateísmo nunca ha estado peleado con la visita a estos seductores lugares, le apostaba a que mis agobiados pensamientos tuvieran un poco de tregua, al recorrer esos pasillos prácticamente desiertos.




Logré conciliar un poco la furia, tomé algunas fotos, llegué hasta la fachada del templo y curiosamente encontré un letrero que me hizo sonreír, mi cólera inicial obtuvo una pequeña pausa. 





Sin duda ¡no solo de pan vive el hombre! Pensé.


Independientemente, que me queda claro que esto de contar el tiempo es absolutamente circunstancial. Es mi sentir desearles un feliz año nuevo. Esperando que este móndrigo 2010 se acabe de una buena vez, y mi estupidez me permita aprovechar de mejor manera el que viene.


Cambio y fuera.


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1 comentario:

  1. jajajajajaja...el letrero!! que bonitas fotos!! y bueno, por fin acabò el año..el prox. (bueno, este) serà sin duda mucho mejor.
    te quiero un chorro papà. cuidate mucho. bye

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Boogie sabía que podía contar contigo; ¡adelante!