marzo 31, 2011

Santo vs Los Macarras de la moral



El cine es una cinta de sueños
Orson Welles


Frecuentemente cuando leo biografías, pongo especial atención a la época infantil de los personajes, invariablemente me siento atraído por aquellos que narran, como siendo niños, veían desfilar por sus hogares a los más representativos personajes de la intelectualidad de su época. Trato de imaginar lo maravilloso que debe ser –siendo uno un imberbe mocoso- conocer gente como: Diego Rivera, Frida Kahlo o León Trotsky, o bien que en la sala de tu casa se llene de discursos de  Octavio Paz o Juan José Arreola, o tal vez encontrarte en el comedor a Luis Buñuel o José Revueltas.

La joven cineasta mexicana Viviana  García Besné, sin duda plasma estupendamente esta nostalgia en su documental “Perdida”. En él nos va describiendo como al visitar la casa de sus abuelos, la pequeña Viviana se fascinaba al escuchar a su abuela cuando esta le contaba, como conoció a Walt Disney, y de como su padre –el bisabuelo- había traído a México el cine sonoro, o bien cuando un famoso actor de Hollywood –Ricardo Montalbán- se había enamorado perdidamente de ella, y también de como su abuelo se moría de celos, cuando la veía bailar con Rock Hudson.

Sin embargo la familia de Viviana, no destaca en los libros dedicados al cine, ni en los festivales nacionales, por la sencilla razón; que sus tíos abuelos han quedado estigmatizados como: "Los cineastas que destruyeron el cine nacional” se les culpa de haber realizado pésimas películas donde solo explotaban el morbo, especialmente su tío Memo -Guillermo Calderón Stell- a quien incluso llamaban “El pornógrafo”.

Cuando Viviana intenta ingresa a la carrera de cine, de inmediato surgen los reproches, culpando a su familia de ser la responsable de haber iniciado el género de “ficheras” –aquel donde invariablemente sus protagonistas  pseudo-carabareteras y cómicos, llenaban la pantalla con albures y desnudos-.

Viviana se da a la tarea –en auténtica labor detectivesca- de buscar la verdad, y el resultado es; “Perdida” documental que se agradece por lo bien estructurado, y por esa reiterada evocación de nostalgia que lo hace tan afectuoso.

Viviana García Besné


Trabajo en el cual, la joven cineasta nos revela cómo se sumergió en el archivo fílmico y personal de su tío abuelo, y de cómo sin permiso expreso, rescato cintas del insolente olvido. Una de ellas en especial es la razón de esta entrada:


Primero una breve introducción:

Para todo aquel que tenga a bien conocer algo de la idiosincrasia mexicana, estará de acuerdo que la lucha libre, es por definición una fiesta popular, donde lo real se funde con lo imaginario. Las estrellas son seres enmascarados –mayoritariamente-  que enfundados en vestimenta fantástica y multicolor logran elevar a catarsis colectiva, la eterna representación del bien contra el mal –rudos vs técnicos-.

 Este espectáculo nació en 1933 cuando en México se fundó la organización más importante de lucha libre en el mundo, “la Empresa Mexicana de Lucha Libre”
Muchos héroes populares han desfilado por los cuadriláteros desde entonces, pero sin duda en la memoria popular siempre estará presente el más grande de ellos, el ídolo por antonomasia; “El Santo” el enmascarado de plata, que no solo lleno las arenas de México y el extranjero, también incursiono en el cine con harto éxito.


Santo; en una de sus tantas películas

A 27 años de su muerte El Santo no hubiera imaginado, que al paso del tiempo su imagen fuera tan venerada, y que sus películas incluso se llegaran a considerar de culto, su popularidad ha logrado convertirlo posiblemente en el icono más kitsch de la cultura mexicana.

El Santo filmó alrededor de 52 películas, todas ellas igual de malas y de bajísimo presupuesto, pelís donde invariablemente el ídolo se enfrentaba a hombres lobo, mujeres vampiro, extraterrestres, obviamente sin faltar la colección de “científicos locos” que pretendían por medio de la poderosa y malévola ciencia apoderarse del planeta, incluso en alguna ocasión lucho contra Las mismísimas Momias de Guanajuato.

Durante más de 40 años se decia -a manera de mito- que el Santo había protagonizado películas para adultos, las que aparentemente solo habían circulado por Europa, y de manera muy privada, aunque esto siempre fue desmentido por varios de sus cercanos.

Específicamente la cinta “Santo y el tesoro de Drácula”  película que produjera precisamente Calderon Stell (“El pornógrafo") gran amigo del enmascarado de plata y que según se dice, se filmo cuando  el productor pasaba por una difícil situación económica, tanto que su buen amigo no le cobro la participación.

En esta película –de 1968- El Santo, en una sorprendente manifestación de conocimiento científico –que no se le conocía- inventa una máquina y la presenta a un grupo de personalidades, a quienes les avienta la siguiente perla: “Este es el aparato de mi invención, prácticamente es una máquina del tiempo, el experimento consiste en que el sujeto escogido, sea proyectado atraves del tiempo y del espacio, mediante la descomposición del átomo a una vida anterior” y continua: “El sujeto ideal para el experimento seria una joven, de preferencia mujer ya que ésta tiene cuatro veces mayor resistencia que el hombre y seria más sencillo reenviar sus células atraves del tiempo”.

Como es fácil imaginar su pretendienta Luisita se ofrece, y tras algunos aspavientos del enmascarado, por fin acepta y así es como vemos a Luisita enfundada en un platinado traje, atravesar por el túnel del tiempo y es enviada al pasado, cayendo en una cama de una lujosa recamara del siglo XIX aunque inexplicablemente aparece vistiendo un trasparente camisón.


Luisita al puro estilo del “Túnel del Tiempo”


Se decía que durante este rodaje, se habían filmado escenas adicionales para producir la versión “porno” misma que saldría bajo el título de “El vampiro y el sexo”, que a diferencia de la “original” que salió en blanco y negro, esta era a todo color. Incluso existen fotos que hace 25 años publicó la extinta revista Dicine, aunque la gente de Cine coincidía en que eran montajes, una artimaña publicitaria y “morbosa” mas, de Calderón Steel.


Aquí el cartel sacro


Acá el supuesto “porno”



Ahora sabemos gracias al documental de Viviana García Besné que la película existe, ya que la cineasta la encontró en los sótanos de la casa familiar, la restauro -en la filmoteca de la UNAM– todo esto sin autorización de su tío abuelo, quien sigue negando la existencia del film, quizá respetando un pacto entre caballeros que le habría dispensado a su antiguo plateado camarada.



Las sexi vampiras en tecnicolor
 

Todo esto se reavivó hace poco por el anuncio de que, la película sería exhibida en el presente Festival Internacional de Cine de Guadalajara, todo estaba listo para disfrutar de la pelí, pero nuevamente voces mojigatas, “Macarras de la moral” se dejaron escuchar, esta vez por parte del “Hijo del santo” quien se niega rotundamente a que el film se proyecte, arguyendo que: “Se trata de la mutilación a una obra para dañar la imagen de El Santo y mostrarlo como una figura desmitificada y orillada hacia el sexo”.

Después de un breve aunque afilado zipizape, Los propietarios de los derechos –Producciones Calderón- decidieron dejar la exhibición para más adelante, a pesar de lo declarado por Viviana: “Es importante mencionar que la imagen de El Enmascarado de Plata en ningún momento queda comprometida. Revisamos el largometraje, porque sí era muy importante para mi tío que El Santo siempre se viera bien. Él nunca sale en las escenas fuertes y además de alguna forma está como luchando contra las mujeres-vampiro, que lo incitan todo el tiempo, como si estuviera luchando contra esa parte mala de la cinta".

Así que nos quedaremos con las ganas, esperando que las melindrosas conciencias recapaciten, y podamos oír en las salas cinematográficas, aquella voz que felizmente nos anuncie: “Luucharaaaán a dos de tres caídas sin límite de tiempoo”.



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