marzo 09, 2011

Polvo eres y en… ¿polvo te convertirás?



Llegaron como las tortugas de Don Celso, después de la cuaresma
Anónimo


Que la vida es un carnaval...
 Celia Cruz



Me preguntaba de niño y me lo seguí preguntando por muchos años más, ¿Por qué mis paisanos y parientes? justo en este día, portaban tan decorosamente, sin importar que la aplicación hubiera sido estampada con sello, o bien se tratara de una mancha indescifrable aplicada a dedo limpio, el desfile de frentes marcadas era, señal inequívoca que el "miercoles de ceniza" habia llegado. Este hecho me intrigaba desde aquellos años, incluso adelantándome a  cierto periodista de noticiero nocturno, me auto-cuestionaba ¿Juay de rito? –Chiste local- traduciendo: ¿Qué onda con este rito?

Aparentemente sus orígenes tiene que ver con antiguas ceremonias judías; resulta que estos camaradas acostumbraban al hacer sacrificios, emplear la ceniza como signo de su deseo de reconstrucción, aparentemente era su forma de decirle adiós a su mal comportamiento con Jehová, y retomar el buen camino, -borrón y cuenta nueva como decimos por acá-.


Todos sabemos que por ese tiempo, Dios arrasaba ciudades enteras por “un quítame esas pajas” los ejemplos son más que manifiestos: la tierra de Canaán, Sodoma, Gomorra, etc.

En cierta ocasión que los habitantes de Nínive, se estaba pasando de… digamos que su comportamiento tendía a la diversión excesiva, Jehová envió a Jonás para advertirles  que: o modificaban su actitud o se los cargaba… “el amor de Dios”, al menos así lo atestigua el capítulo tres del libro de Jonás:

3:2 Levántate y ve a Nínive, aquella gran ciudad, y proclama en ella el mensaje que yo te diré.

3:3 Y se levantó Jonás, y fue a Nínive conforme a la palabra de Jehová. Y era Nínive ciudad grande en extremo, de tres días de camino.

3:4 Y comenzó Jonás a entrar por la ciudad, camino de un día, y predicaba diciendo: De aquí a cuarenta días Nínive será destruida.

3:5 Y los hombres de Nínive creyeron a Dios, y proclamaron ayuno, y se vistieron de cilicio desde el mayor hasta el menor de ellos.
 
3:6 Y llegó la noticia hasta el rey de Nínive, y se levantó de su silla, se despojó de su vestido, y se cubrió de cilicio y se sentó sobre ceniza.

3:7 E hizo proclamar y anunciar en Nínive, por mandato del rey y de sus grandes, diciendo: Hombres y animales, bueyes y ovejas, no gusten cosa alguna; no se les dé alimento, ni beban agua;

3:8 sino cúbranse de cilicio hombres y animales, y clamen a Dios fuertemente; y conviértase cada uno de su mal camino, de la rapiña que hay en sus manos.

3:10 Y vio Dios lo que hicieron, que se convirtieron de su mal camino; y se arrepintió del mal que había dicho que les haría, y no lo hizo.


Permítanme hacer algunas observaciones:

Aparentemente Nínive es una de las míticas ciudades de la antigua Mesopotamia cerca de la actual Tell Kuyunjik, en Irak. 


Justo por aquí

Cuando el rey ordena, e incluso él mismo se viste de cilicio -obviamente no se refería al elemento metaloide, con número atómico 14 ubicado en el grupo 4 de la tabla periódica, es decir el silicio- el rey se refería a uno menos amable es decir; el cilicio que mencionaba era una vestidura áspera que se utilizaba antiguamente como penitencia.

Estos también son cilicios


Un acercamiento
En los primeros siglos de la Iglesia, las personas que querían recibir el sacramento de la reconciliación el jueves Santo, se ponían ceniza en la cabeza un día antes y se presentaban ante la comunidad con “hábito penitencial”. Esto significaba que era su voluntad portarse bien, recordando a los antiguos ninivences.

De esta manera dio comienzo el ritual, ya para el año 384 d.c. la cuaresma adquirió un sentido, digamos, de purga para todos los cristianos y desde el siglo XI, la Iglesia católica acostumbra poner ceniza en la frente de prácticamente todos sus agremiados.

Por otro lado el fin del carnaval que da paso a la cuaresma –hace referencia a los cuarenta días que invocaba Jonás, como saben la palabra carnaval significa literalmente “adiós a la carne” esto era, según entiendo; que en tiempos antiguos, había productos que no se podían consumir en cuaresma, tales como leche, huevo y especialmente la carne por lo que considerando que en ese entonces, no había refrigeración, los cristianos le metían el diente pá que no quedara nada, así fue como –ya ven como se nos da la festividad a los homínidos- se comenzaron a realizar grandes comilonas los martes anteriores a los miércoles de ceniza y reventarse a sus anchas, cometiendo toda clase de excesos a sabiendas que estaba la cuaresma para arrepentirse de ellos, haciendo ayuno y abstinencia de carne incluyendo desde luego su acepción sexual.


Vaya pues este pequeño breviario, para… para… bueno al menos para entender un poco más, porque en estas fechas nuestros hermanos brasileños, nos obsequian esas conocidas postales. Que sin objeción se admiran bastante saludables, como para ser solo ceniza en tránsito.










        






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